Este taller de yoga está orientado a personas que padecen fibromialgia, si bien  es apto y beneficioso para todo tipo de público.

Cada vez más profesionales de la salud recomiendan este tipo de yoga para mitigar síntomas como dolores musculares, fatiga, rigidez, falta de sueño, depresión, mala memoria, ansiedad, perdida de equilibrio…

En nuestro taller trabajamos técnicas de respiración, estiramientos, movilizaciones de las articulaciones, ejercicios de fuerza, equilibrio, coordinación y meditación, con la finalidad de integrar estos hábitos saludables en nuestra vida cotidiana, haciéndola más fácil, llevadera y feliz.

Algunos de sus beneficios son:

  1. Reducción del dolor muscular: Las posturas suaves y los estiramientos ayudan a aliviar la rigidez y mejorar la flexibilidad, reduciendo la sensación de dolor en los músculos y articulaciones.
  2. Mejora de la movilidad: Las prácticas regulares fortalecen el cuerpo de manera progresiva, favoreciendo una mayor amplitud de movimiento.
  3. Regulación del sueño: Al reducir el estrés y la ansiedad, el yoga puede ayudar a combatir el insomnio, uno de los síntomas comunes de la fibromialgia.
  4. Estimulación del sistema nervioso: El yoga activa el sistema nervioso parasimpático, que promueve la relajación y reduce la fatiga crónica.
  5. Mejora de la circulación: Las posturas de yoga estimulan la circulación sanguínea, lo que puede aliviar las sensaciones de inflamación o entumecimiento.
    Beneficios mentales y emocionales:
  6. Reducción del estrés: El yoga incorpora técnicas de respiración y relajación que ayudan a disminuir los niveles de cortisol (hormona del estrés), lo que puede prevenir crisis de dolor.
  7. Gestión de la ansiedad y la depresión: Al conectar cuerpo y mente, el yoga puede mejorar el estado de ánimo y proporcionar herramientas para enfrentar emociones difíciles.
  8. Mindfulness: El enfoque en el momento presente ayuda a desconectar de pensamientos negativos y fomenta una actitud más positiva frente a la vida.
  9. Conexión con otras mujeres: Participar en un grupo fomenta la sensación de comunidad y el apoyo mutuo, reduciendo el aislamiento
  10. Empoderamiento: Al notar mejoras físicas y emocionales, las participantes desarrollan confianza en su capacidad para gestionar los síntomas de manera proactiva.